Carta 001. PDF
Desde mi puesto de trabajo te dirijo estas breves líneas, para decirte que no te dejes apoderar del pesimismo, y que por muy difícil que te parezca una empresa … Sigue……
Querido Salvador: Desde mi puesto de trabajo, te dirijo estas breves líneas, para decirte que no te dejes apoderar del pesimismo, y que por muy difícil que te parezca una empresa, una vez metido en ella y a fuerza de poner voluntad y buenos deseos llevados a práctica, todo lo verás mucho más fácil que cuando aún por miedo o qué se yo, no habías puesto manos a la obra. Fíjate en esa gota de agua, que día a día insiste sobre la gran mole, hasta que a fuerza de insistir, logra taladrarla, o en ese montañero que al pié de una gran montaña, no se asusta, y paso a paso llega hasta la cima y desde ella contempla el maravilloso paisaje a sus pies, como nosotros un día veremos desde la Peña Anchoriz. Sé que nos quieres mucho, tanto a la mama como a tus hermanitos, y a mí, y por ese amor no debes dejar que la felicidad y la alegría se marche de nuestra casa. Un saludo de tu papá. Pablo Domench. 3 de Enero 1970