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Conflictos.

Un mundo convulso, lleno de “CONFLICTOS”. PDF
Un mundo convulso, lleno de “CONFLICTOS”.
Casi nadie escapa a las noticias, a los medios de comunicación, a la actualidad del mundo.
¿Podríamos decir que vivimos en un mundo convulso?
Yo digo que sí, que vivimos en un mundo convulso.
Esta afirmación me cuesta poco decirla, el mundo es algo… impersonal, diría yo.
Cuando miro un poco más despacio, veo que son personas las que están en conflicto, las que están en guerra, las que matan y las que mueren.
Esto… … ya me cuesta un poco más… … son personas como yo.
En seguida y sin apenas darme cuenta, me encuentro clasificando: buenas o malas, tienen razón o no tienen razón.
¡¡¡QUE FUERTE!!!
Me siento, cierro los ojos, me relajo un momento.
¿En mi entorno? País, región, etc… también hay conflictos, personas enfrentadas a personas.
No es una guerra como la de otros sitios, con armas, bombas y misiles, pero… … también ha habido conflicto armado, y no hace tantos años, yo lo he conocido.
Sigo mirando… en mi país, región, etc… ¡¡¡MIERDA!!! También hay personas que matan a personas.
Y también… … sin apenas darme cuenta, me encuentro clasificando: buenas o malas, tienen razón o no tienen razón.
Y… … ¿en mi entorno más cercano? Trabajo, amistades, familia, ¡¡¡guauuu!!! También reconozco conflictos entre personas.
En mi entorno más cercano, tal vez por la cercanía o por lo que me toca, solo… … unas tienen razón y otras no, o… … unas tienen más razón que otras.
¡¡¡QUE FUERTE!!!
Al final, parece que donde se juntan varias personas siempre hay conflictos, o por lo menos, en muchas ocasiones.
Conclusión: el conflicto es inevitable entre las personas.
Fin, End, Amaiera, Finis, Aleta.
&
¿Ya está? ¿Nada más?
¿Cómo que nada más?
Si, ¿y tú?
¿y yoooo?
Claro Salva, ¿y tú?
¡¡¡Buenoooo!!!
¿No has tenido conflictos en la vida? ¿No los tienes ahora?
&
Me siento, cierro los ojos, me relajo un momento.
Reconozco que he tenido conflictos en la vida, reconozco que tengo conflictos.
Tengo conflictos con personas que me rodean, y tengo conflicto conmigo.
Parece pues… que… el conflicto es inevitable.
No sé cómo arreglar los conflictos del mundo.
No sé cómo arreglar los conflictos de mi país, región etc…
No sé cómo arreglar los conflictos de las personas que me rodean.
Y… … a veces… … ni sé cómo arreglar los conflictos que tengo conmigo mismo.
&
En mi vida, los conflictos EXISTEN.
En mi vida los conflictos me hacen SENTIR.
En mi vida los conflictos me AFECTAN.
&

El Sufí Bajazid dice acerca de sí mismo:

De joven yo era un revolucionario y mi oración consistía en decir a Dios: “Señor dame fuerzas para cambiar el mundo.”

A medida que fui haciéndome adulto y caí en la cuenta de que me había pasado media vida sin haber logrado cambiar a una sola alma, transforme mi oración y comencé a decir: “Señor, dame la gracia de transformar a cuantos entran en contacto conmigo, aunque sólo sea a mi familia y a mis amigos. Con eso me doy por satisfecho.”

Ahora que soy un viejo y tengo los días contados he empezado a comprender lo estúpido que yo he sido. Mi única oración es la siguiente: “Señor, dame la gracia de cambiarme a mí mismo.” Si yo hubiera orado de este modo desde el principio, no habría malgastado mi vida.

                                                                                           Anthony de Mello “El canto del pájaro”

Entiendo este cuentico como el intento de resolver los conflictos, del mundo, de los que me rodean y de los míos propios.

&
¿Qué puedo hacer?
No puedo y no deseo huir de los conflictos, por eso me pregunto:
¿Qué puedo hacer o cambiar, sin hacerlo desde la imposición, el autoritarismo o la dictadura hacia las demás personas?
Empezaré por CONOCER y RECONOCER los conflictos.
&
Conflictos.
  • Reconocimiento de conflictos.
 Conflictos que reconozco en mi entorno, entre otras personas.
1.       Los escribo…

2.       …

3.       …

4.       …

Conflictos que reconozco en mí. Yo, con otras personas y conmigo mismo.
1.       …

2.       …

  • ¿Cómo me enfrento a los conflictos?
A los conflictos en mi entorno. Yo, con otras personas.
1.       …

2.       …

A mis conflictos personales. Yo, conmigo.
1.       …

2.       …

  • ¿Desde dónde me enfrento a los conflictos?
Con qué ideas
1.       …

2.       …

Con qué valores
1.       …

2.       …

Con qué patrón de comportamiento.
1.       …

2.       …

Objetivos de este ejercicio:
  • Hacernos conscientes de los conflictos que nos rodean y vivimos.
  • Descubrirnos en nuestras respuestas ante los conflictos.
  • Las respuestas son personales, ninguna es mejor o peor, buena o mala, tan solo es mi realidad.
  • No juzgamos, ni hacemos valoraciones.
&
Quedan en el aire preguntas:
¿Por qué surgen los conflictos? ¿De dónde surgen los conflictos?
Me siento, cierro los ojos, me relajo un momento.
Cuando algo o alguien, pone en peligro, o siento que algo que necesito, o que creo necesitar, puede desaparecer o me lo pueden quitar, entro en conflicto.
Cuando algo o alguien, pone en peligro, o siento en peligro mi integridad, entro en conflicto.
Cuando algo o alguien, pone en peligro, o siento en peligro mí espacio, entro en conflicto.
¡¡¡Ostras!!!
Todo lo hago, para darme, asegurarme, garantizarme, protegerme… … a mí y a los míos, de aquello o aquellas cosas que necesitamos o creemos necesitar.
¡¡¡¡¡ NECESIDADES, tengo – N E C E S I D A D E S – !!!!!
&
Necesidades.
Toda mi vida tratando de cubrir necesidades.
Necesidades afectivas, sentirme querido y querer, sentirme amado y amar.
Alimentarme, vestirme, tener un lugar donde vivir. Alimentar, vestir, educar a hijos e hijas.
Sentirme reconocido, valorado, respetado.
Toda mi vida tratando de cubrir necesidades.
Y cuando… … tratando de cubrir alguna de estas u otras necesidades, he sentido, que algo o alguien, interfería, dificultaba, o… … directamente se oponía a lo que hacía, ¿cómo respondía?
Me siento, cierro los ojos, me relajo un momento.
¡¡¡GUAUUUUU!!!
A lo largo de mi vida y en diferentes momentos y circunstancias, he respondido de diferentes maneras.
  • En algunas ocasiones he tratado de convencer, en otras de vencer.
  • En algunas circunstancias he utilizado la no-violencia, en otras he sido violento.
  • He sido sincero, he ido de frente, también he sido manipulador y actuado por detrás.
Me pregunto… ¿de dónde surgen los conflictos?, ¿por qué surgen los conflictos?
Siempre he necesitado cubrir necesidades, sigo necesitando cubrir necesidades, y… … seguiré necesitando cubrir necesidades.
¿De dónde surgen los conflictos?
De mi necesidad de cubrir necesidades.
¿Por qué surgen los conflictos?
Porque me defiendo o ataco aquello que creo pone en peligro mi seguridad, mi autonomía o mis relaciones, en todos sus aspectos.
&
¿Qué he hecho yo para tener necesidades?
¡¡¡ NACER !!!
¿Sentía mis necesidades?
SI.
Si buscaba cubrirlas, era porque las sentía tener.
¿Era consciente de mis necesidades?
NO
No era consciente de mis necesidades.
Mis respuestas a lo que la vida me ha ido presentando, han sido inconscientes, en algunos momentos, han llegado a ser compulsivas, buscando cubrir necesidades que no sabía que tenía.
¿Puedo ser dueño de mis respuestas, a lo que la vida me vaya presentando?
SI.
¿Puedo ser dueño de mis respuestas, para satisfacer las necesidades que tengo, sin hacerlo de forma compulsiva?
SI.
Sí, pero… … necesito conocer y hacerme consciente de mis necesidades.
Sí, pero… … creo… … creo que voy a tener que conocer mi “REALIDAD”.
Sí, pero… … intuyo que va a ser un camino largo… … y… … puede que necesite ayuda.
Quiero y Deseo Conocer mis Necesidades.
Quiero y Deseo Conocer mi Realidad.
Quiero y Deseo… … Despertar.
&
Os invito a contrastar lo que a continuación describo, con vuestras propias sensaciones y experiencias.
Necesidades BASICAS de toda persona.
Tres necesidades básicas, que, al nacer, traemos junto a la barra de pan:

(Dicho: “Cada niño nace con su pan debajo del brazo”).

 

  • La necesidad de autonomía:
Tener una clara sensación del yo. Autoafirmarse. Imponerse.
Defenderse contra ataques al “territorio propio”.
Sentir impulsos vitales de movimiento y vivirlos.
Responder espontáneamente, con reacciones instintivas “desde la tripa” a las situaciones exteriores.
Esta necesidad parece preguntar:
“¿Quién soy yo – quién eres tú?
¿Cuál es el espacio que me corresponde a mí, cuál te corresponde a ti?”

 

  • La necesidad de relación:
Sentirse querido y querer. Cuidar la amistad, la asistencia, la preocupación por los demás.
Son importantes la comprensión mutua y un “buen contacto”.
Se recalca la importancia de pertenecer a una familia, a un grupo.
Esta necesidad del “corazón” parece preguntar:
“¿Con quién tengo qué relación – cómo es nuestra comunicación?”.

 

  • La necesidad de orientación y seguridad:
Sentirse seguro en el lugar en el que se está. Conocer bien el sitio. Tener perspectiva de las cosas.
Son importantes la claridad y la confianza.
Sentidos despiertos, para “husmear el viento”.
Esta necesidad parece preguntar:
“¿Dónde estoy realmente? ¿Este es un lugar seguro para mí?”.

 

También traemos se serie, para ayudarnos a cubrir las tres necesidades básicas, tres energías básicas:
  • La energía del estómago.
Abarca todos aquellos impulsos vitales e “instintivos” que nos ayudan a afirmar nuestro “territorio”, como la ira. La sexualidad también pertenece a este ámbito.
  • La energía del corazón.
Son todas aquellas cualidades emocionales que contribuyen a relacionarnos con otras personas y con las que nos sentimos unidos a los demás, es decir, el “amor” en su sentido más amplio.
  • La energía de la cabeza.
Engloba las funciones de percepción y pensamiento que necesitamos para orientarnos y sentirnos
seguros.

 

Cuando una persona, percibe que alguna de sus necesidades básicas peligra, “puede” reaccionar creándose un problema básico existencial.
 
  • El “titular” de la necesidad de autonomía.
Aquí mi autonomía no está garantizada ni dada por supuesto
Crea un problema básico existencial que está relacionado con el poder, el control y la ira (autoafirmación) tratando se autoafirmarse.

 

  • El “titular” de la necesidad de relación y amor,
Aquí no me encuentro querido y bien atendido emocionalmente
 Crea un problema básico existencial que tiene que ver con la autoestima, el miedo al rechazo y a la desaprobación, al dolor y a la tristeza.

 

  • El “titular” de la necesidad de seguridad y orientación
De alguna manera aquí no estoy seguro
Crea un problema básico existencial que tiene que ver con el miedo, la inseguridad y la desconfianza (seguridad en sí mismo).
&
Necesidades humanas:

Pirámide de Maslow

 

Cuando mis necesidades están satisfechas me siento…

 

ANIMADA APASIONADA ENTUSIASMADA ESTIMULADA EUFÓRICA EXCITADA FASCINADA ILUSIONADA IMPRESIONADA SORPRENDIDA
ATENTA ATRAÍDA COMPROMETIDA CURIOSA DECIDIDA DISPUESTA EXPECTANTE INSPIRADA INTERESADA INTRIGADA INVOLUCRADA MOTIVADA
ABIERTA AMISTOSA AMOROSA CARIÑOSA CERCANA COMPASIVA COMPRENSIVA EFUSIVA GENEROSA RECEPTIVA SOCIABLE TIERNA
AFORTUNADA AGRADECIDA ALEGRE COMPLACIDA CONMOVIDA CONTENTA ENCANTADA EMOCIONADA FELIZ REALIZADA SATISFECHA
ALIVIADA CALMADA CENTRADA CÓMODA DESCANSADA DESPEJADA EN ARMONÍA EN PAZ FRESCA LIBERADA LÚCIDA RENOVADA SERENA TRANQUILA
CAPAZ CONFIADA ESPERANZADA FUERTE OPTIMISTA ORGULLOSA SEGURA

 

Cuando mis necesidades no están satisfechas me siento…

 

AGITADA AGOBIADA ANSIOSA DESBORDADA ESTRESADA IMPACIENTE INCÓMODA INDEFENSA INQUIETA NERVIOSA PREOCUPADA SATURADA SOBRECARGADA TENSA
ACONGOJADA ALARMADA ANGUSTIADA ASUSTADA ATERRORIZADA AVERGONZADA BLOQUEADA COHIBIDA DESESPERADA ESPANTADA FRÁGIL IMPOTENTE INSEGURA SENSIBLE TEMEROSA TÍMIDA VULNERABLE
CONFUSA DESCONCERTADA DESCONFIADA DESORIENTADA DIVIDIDA DUBITATIVA ESCÉPTICA INDECISA PENSATIVA PERDIDA PERPLEJA VACILANTE
ACOMPLEJADA ASQUEADA ARREPENTIDA CELOSA CONTRARIADA CRISPADA DISGUSTADA ENVIDIOSA ENFADADA FRUSTRADA FURIOSA HARTA INDIGNADA IRRITADA MALHUMORADA MOLESTA RABIOSA REPUGNADA RESENTIDA VIOLENTA
ABURRIDA AFECTADA AMARGADA APÁTICA APENADA CONMOCIONADA CONSTERNADA DECEPCIONADA DEPRIMIDA DESANIMADA DESGRACIADA DESILUSIONADA DISTANTE DOLIDA
HERIDA INDIFERENTE INFELIZ MELANCÓLICA NOSTÁLGICA PESIMISTA SOLA TRISTE
ABATIDA AGOTADA APAGADA CANSADA DÉBIL DECAÍDA DESCONECTADA EXHAUSTA FATIGADA HECHA POLVO PEREZOSA QUEMADA REVENTADA

 

FALSOS SENTIMIENTOS:
Alguien me lo hace, o alguien me… …
ABANDONADA, ACOSADA, AMENAZADA, ATACADA, ATRAPADA, CENSURADA, COACCIONADA, CULPABLE, DESACREDITADA, DESPRECIADA, ENGAÑADA, ESTAFADA, EXCLUIDA, EXPLOTADA, HUMILLADA, IGNORADA, INFRAVALORADA, INSULTADA, INTIMIDADA, JUZGADA, OLVIDADA, PRESIONADA, PROTEGIDA, RECHAZADA, RIDICULIZADA, TIRADA, TRAICIONADA, ULTRAJADA, UTILIZADA.
&
Conozco y reconozco en mí, necesidades.
Conozco y reconozco en mí, cómo me siento, cuando están cubiertas y cuando no están cubiertas mis necesidades.
Y… … ahora… …
¿puedo descubrir cómo me he comportado a lo largo de mi vida?
¿cómo he reaccionado?
¿cómo es mi patrón de carácter?
Porque si no lo hago… …
¿acaso no seguiré reaccionando igual?
¿acaso no seguiré comportándome, respondiendo y enfrentándome a los conflictos como siempre lo he hecho?
En mi vida, los conflictos EXISTEN.
En mi vida los conflictos me hacen SENTIR.
En mi vida los conflictos me AFECTAN.
El cómo he respondido en mi vida, no lo puedo cambiar.
El cómo responder a partir de ahora… … puede ser diferente.
Para que sea diferente puede que tenga que:
  • Conocerme, esto es, saber quién soy y como soy en mis cualidades y limitaciones y en mis fondos existenciales.
  • Reconocerme, esto es, no defenderme ni ocultarme de mí mismo, sino poderme decir con serena lucidez: “Ese soy yo”.
  • Aceptarme, es decir, quererme como soy incluidas mis limitaciones.
&
Juegos de relación
TU y YO estamos jugando
TU juegas con tus reglas,
YO juego con las mías.
TU no conoces tus reglas,
YO no conozco las mías.
Pero las reglas determinan a qué jugar.
Sí ya no te gusta este juego ni me gusta a mí ….
… entonces, quizás deberíamos de interrumpirlo un momento,
sentarnos juntos y observar nuestras reglas.
TU puedes decirme mucho sobre mis reglas.
YO puedo decirte mucho sobre las tuyas.
Y NOSOTROS dos podemos decidir emprender el juego de otra manera, si conocemos mejor nuestro sistema de reglas.
&
Fuentes:
El Eneagrama de nuestras Relaciones – María Anne Gallen/Hans Neidhardt
Breve guía para la Comunicación No-Violenta – Luis M. García
La Psicología Transpersonal – Abraham Maslow

 

 

Salva Escuelafeliz.

 

Reflexión




 

Reflexión

Si encendieras la luz de la conciencia para observarte a ti mismo y todo lo que te rodea a lo largo del día; si te vieras reflejado en la conciencia del mismo modo que ves tu cara en un espejo, es decir, con precisión, con claridad, exactamente, sin la menor distorsión ni añadido, y si observaras ese reflejo sin juicios ni condena, experimentarías toda suerte de cambios maravillosos. Pero no controlarías esos cambios, ni podrías plantearlos por adelantado ni decir cómo y cuando se van a producir. Es solamente esa percepción consciente sin juicios la que sana, cambia y hace crecer. Pero a su manera y a su tiempo. 

Anthony De Mello

Reflexión

Oración, amor, espiritualidad, religión, significan desprenderse de las ilusiones.
Cuando la religión lleva a hacer eso, ¡óptimo!, ¡óptimo! Cuando se desvía de eso, es una enfermedad, una plaga para evitar. 
Una vez que las ilusiones son abandonadas, el corazón deja de estar obstruido, se instaura el amor. 
Entonces hay felicidad. Entonces hay transformación. Y solamente entonces, sabes quién es Dios...

Anthony de Mello

Reflexión

Saludos, buenos y felices días.

Cada día me resulta más difícil poner el encabezamiento que he puesto.

Creo y sigo creyendo, que en este bendito y precioso planeta, hay, no muchas, sino MUCHISIMAS personas buenas, personas que viven deseando para ellas y para los demás, dignidad, respeto, autonomía, educación basada en libertad-responsabilidad y convivencia, personas que ante lo vivido por el ser humano en los últimos 40.000 años (por poner un tiempo) siguen viendo que repetimos una y otra vez los mismos hechos, manipulación, control de unos sobre otros, esclavitud, y también muerte.

Nada es nuevo, todo se repite.

Lo diferente para mí, entre lo que ha existido, existe y existirá (que no creo sea diferente nunca), es lo que me ha tocado vivir en mis años de vida, y lo que viva en los que me quede.

Un día pregunté, ¿qué somos?

Somos las respuestas que damos a lo que la vida nos presenta. (Iñaqui Alberdi)

No es una respuesta metafísica, sino una respuesta para el día a día.

No creo que haya países buenos y malos.

No creo que haya bloques buenos y malos.

Creo que la manipulación informativa en estos tiempos es BRUTAL. En estos dos últimos años con el “Covid” ha sido patente y manifiesta.

Para descubrir la “vedad” hay que rascar y rascar y no sé si llegaremos a descubrirla.

Ahora…. Guerra en Ucrania.

Las VICTIMAS:

Las personas

La verdad

La honestidad

La dignidad

La humanidad de cada ser humano que se hunde más y más profundamente debajo del miedo.

----------o----------

Salva, ¿qué vives en tu interior, en lo profundo de tu SER?

Llamarme “loco”

Vivo  ilusión, esperanza, gozo, felicidad, pasión, encuentro, compartir, alegría, calidez, ternura, y vivo esto sin deseos de poseer, de controlar, tan solo deseos de vivir y de sentir.

Llamarme “loco”

 

El Proyecto Personal – Voluntad de andar en Verdad.

Proyecto Personal:  PDF

Proyecto Personal, voluntad de andar en verdad.

Mi vida como “proyecto” significa, voluntad de andar en verdad, de tomar en serio mi propia vida: la voluntad de vivir la propia identidad, y esto, o lo asiento en mi propia libertad…, o el invento no sirve para nada. El proyecto “no” puede ser impuesto. Tiene que encontrar sus motivaciones (del latín movere) en la voluntad soberana de cada uno, en la voluntad de cada grupo de andar en espíritu y en verdad.

El proyecto es mucho más que un horario en el que se ordena la vida de un grupo o de una persona: es vivir en discernimiento y en dinámica de crecimiento en el espíritu, en el SER, y esto solo acontece cuando la libertad se entrega.

Vivir en clave de proyecto significa que las personas o el grupo quieren poner en juego su propia verdad, sus dinamismos más íntimos, sus actitudes y opciones más autenticas.

La idea de proyecto, implica la voluntad de llegar a conocerse y a aceptarse tal como uno ES y a discernir los fondos del propio corazón: quien soy yo y cuáles son mis capacidades y mis limitaciones: Qué idea y valoración tengo de mí mismo: dónde se fundamenta mi vida: qué es lo que quiero de verdad: cuales son las trampas en las que se atrinchera consciente o inconsciente mi narcisismo…  Allí donde me juego mi propia vida, tanto el voluntarismo como el autoritarismo están destinados al fracaso.

Pero una verdadera identidad sólo puede echar raíces cuando crece en la tierra fértil de las propias experiencias vividas, en relaciones interpersonales de calidad, en la propia voluntad de verdad y en experiencias de fundamentación consolidadas en la trayectoria de la propia historia personal.

Junto a los grupos de pertenencia y de referencia en los que se fragua nuestra identidad está la propia libertad como centro de donde parten las relaciones auténticas, donde se toman las opciones decisivas, donde se vive la vida como vocación, como proyecto.

El proyecto quiere hacer de todo ello objeto de discernimiento, ámbito de iluminación interior para que la propia identidad se fundamente en la única roca firme sobre la que puede emerger la autenticidad de vida: la libertad personal que se conoce y acepta a sí misma, que decide compartir proyectos con otras libertades y abrirse amorosamente en obediencia a la voluntad del SER, a la voluntad del AMOR, a la voluntad de DIOS, a la voluntad de “algo”/Alguien que no soy Yo, que está y permanece más allá de mí.

((BRUTAL, brutal, drástico, radical. Ahora la expresión:

 < Señor haz de mí lo que Tú desees, haz en mí tu voluntad > tiene sentido en mi corazón. Y sé que es regalo)).

 ¡Señor, haz de mí un instrumento de tu paz!
Que allí donde haya odio, ponga yo amor;
donde haya ofensa, ponga yo perdón;
donde haya discordia, ponga yo unión;
donde haya error, ponga yo verdad;
donde haya duda, ponga yo fe;
donde haya desesperación, ponga yo esperanza;
donde haya tinieblas, ponga yo luz;
donde haya tristeza, ponga yo alegría.

¡Oh, Maestro!, que no busque yo tanto
ser consolado como consolar;
ser comprendido, como comprender;
ser amado, como amar.

Porque dando es como se recibe;
olvidando, como se encuentra;
perdonando, como se es perdonado;
muriendo, como se resucita a la vida eterna.

 Francisco de Asís

(más…)

3 Reflexiones sobre el Amor – Erich Fromm – LMEM

Fuente:  3 Reflexiones sobre el Amor – Erich Fromm – LMEM
El Arte de Amar – Erich Fromm – pdf

3 reflexiones sobre el amor, de Erich FrommErich Fromm, a través de su libro “El arte de amar” nos dejó una gran fuente de inspiración para hacer una reflexión sobre el amor. Este autor fue capaz de considerar al amor como un arte, como un sentimiento que todos podemos tener el potencial de generar, pero que precisa de un cuidado para que se mantenga.

Las reflexiones de Erich Fromm acerca del amor son relativamente conocidas y de ellas nacen preguntas importantes, como: ¿qué significa amar?, ¿cómo se puede mantener este sentimiento?, ¿es el amor algo pasajero?

El estudio sobre el amor que hace este psicólogo y filósofo humanista destaca por su enorme madurez. Observando al amor como un arte, el cual es fruto de un aprendizaje previo. Entiende que es necesario cuidarlo y cultivarlo, para no interrumpir le proceso de aprendizaje en el amor.

“El primer paso a dar es tomar conciencia de que el amor es un arte, tal como es un arte el vivir. Si deseamos aprender a amar debemos proceder en la misma forma en que lo haríamos si quisiéramos aprender cualquier otro arte, música, pintura, carpintería o el arte de la medicina o la ingeniería”

-Erich Fromm-
El amor maduro según Erich Fromm

En esta reflexión el autor diferencia entre el amor maduro y el amor infantil. Habla del amor como necesidad y de la necesidad del otro como consecuencia del amor:

“El amor infantil sigue el principio: “Amo porque me aman”. El amor maduro obedece al principio: “Me aman porque amo”. El amor inmaduro dice: “Te amo porque te necesito”. El amor maduro dice: “Te necesito porque te amo”

-Erich Froom-

Este principio cuestiona cómo nos relacionamos en nuestra sociedad y no duda en afirmar que lo hacemos más por necesidad que para compartir nuestro amor con otra persona. Piensa que compartir nuestros sentimientos requiere que estemos conectados con ellos, comprendiéndolos y cuidándolos. De tal forma que no nos quedemos buscando en el exterior las necesidades que no sabemos cubrir.

Amor a ciegas

Utilizando el amor para huir de nuestra soledad

Cuando hacemos uso del amor y lo utilizamos para huir de nuestras incomodidades, estamos condenados a destruirlo. Si utilizamos este sentimiento como refugio de lo que no podemos soportar en nuestras vidas, estaremos huyendo de nosotros mismos.

“El amor como satisfacción sexual recíproca, y el amor como trabajo en equipo y como un refugio de la soledad, constituyen las dos formas normales de la desintegración del amor en la sociedad occidental contemporánea, de la patología del amor socialmente determinada”

-Erich Fromm-

Esta forma de amar se convierte en algo patológico, ya que supone no atender a nuestro desarrollo personal. Implica no escucharnos y esperar que los demás se responsabilicen de lo que nosotros no somos capaces y que en realidad se sitúa en nuestra parcela de responsabilidad. Si actuamos así estaremos dejando la felicidad en manos de alguien externo y de esta forma nos volveremos muy vulnerables.

mujer entre hojarasca

Así surgen las proyecciones, viendo en los demás lo que no soportamos ver en nosotros. Es una forma infantil de no querer responsabilizarse de nuestra propia existencia, con lo que ello supone. Cuando convertimos el amor como una herramienta, como vía de escape para no encontrarnos con nosotros mismos, perdemos nuestra capacidad de amar y nuestra honestidad para relacionarnos.

Fromm consideraba amar un arte. El arte se cultiva, se crea, se mima; igual el amor. Si pensamos que el amor es encontrar esa persona que “encaje” con nosotros, sólo estaremos proyectando nuestras carencias en ella y esperando que nos hagan felices. El amor es todo lo contrario. El amor es dar y no esperar tanto recibir.

La energía activa del amor

El amor es una energía excedente de la que disponemos gracias a tener cubiertas nuestras necesidades básicas. Erich Fromm entiende que esta energía hay que movilizarla, no basta con sentirla, sino que además hay que vivirla, y esto solo es posible hacerlo cuidándola y alimentándola.

pareja abrazadaHay ciertas dificultades en una relación que son inevitables e, incluso, necesarias, ciertos obstáculos que provocan emociones negativas con las que tenemos que lidiar. Es bueno darles cabida a estas emociones que experimentamos y entender que las disrupciones surgen normalmente a partir de algo a lo que no atendemos. Las emociones son nuestro lenguaje más íntimo y personal, sirviéndonos además para relacionarnos de una forma más honesta.

 

 

“El amor es un desafío constante; no un lugar de reposo, sino un moverse, crecer, trabajar juntos; que haya armonía o conflicto, alegría o tristeza, es secundario con respecto al hecho fundamental de que dos seres se experimentan desde la esencia de su existencia, de que son el uno con el otro al ser uno consigo mismo y no al huir de sí mismos.”

-Erich Fromm-

Finalmente, de esta reflexión se extrae la importancia que tiene el hecho de que dos personas se relacionen desde su propia esencia, ya que solo a través de un conocimiento profundo entre ambos la pareja será capaz de construir una base sólida, sobre la que el propio amor pueda evolucionar. Piensa que es un error amar para huir de uno mismo, ya que así no es posible que haya un encuentro sano y recíproco.

Si amamos para huir de nosotros, un día nos daremos cuenta que nada auténtico sostiene nuestra relación, sólo llenar un vacío. Ese día nos sentiremos desdichados y tristes. Habremos caído en la cuenta que la relación ha sido una especie de farsa para entretenernos. Es por esto, que es tan importante primero saber estar con uno mismo y amarse de forma sana.

Fuente:  3 Reflexiones sobre el Amor – Erich Fromm – LMEM
Autor:  Rafa Aragón

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El profesor de la felicidad – Tal Ben Shahar – LMEM

Fuente:  El Profesor de la Felicidad – Tal Ben Shahar – LMEM

Tal Ben Shahar, el profesor de la felicidad

 

No necesitamos tener todo lo que creemos que nos falta para ser feliz, ni esperar a que llegue todo aquello que deseamos, ni frenarnos por no llegar a lo más alto para ser feliz. Ser feliz es cuestión de disfrutar lo que ahora tengo, ser feliz es estar en calma y plenitud con lo que poseo. Es así como lo explica Tal Ben Shahar, el profesor de la felicidad.

Tal Ben Shahar es profesor en Harvard y se hizo famoso por sus clases sobre felicidad, la cual define como “esa sensación general de placer y significado; una persona feliz disfruta las emociones positivas al mismo tiempo que considera que su vida está llena de significado”. En el siguiente vídeo, Tal Ben Shahar explica y defiende sus teorías sobre cómo afrontar la vida con entusiasmo y alegría.

La Ciencia de la Felicidad – Tal Ben Shahar
Alguna de las claves de Tal Ben Shahar para ser feliz

Dentro de sus teorías sobre psicología positiva y desarrollo de una vida feliz destaca alguna que, siempre defendida por la ciencia, genera en nosotros ese sentimiento de placer y significado. Algunos de sus consejos son:

  • Relaciones cara a cara: las relaciones interpersonales cara a cara con el otro y no a través de pantallas, generan en nosotros un sentimiento de placer que conlleva a la felicidad. Cuando dedicamos tiempo con contacto a las personas que queremos, invertimos tiempo también en nosotros y nuestro bienestar.
  • Simplificar la vida: a veces nos empeñamos en ir deprisa, en realizar muchas cosas a la vez para acabar antes, en centrarnos en lo que va mal para intentar resolverlo y nos perdemos entre ello. Simplificar la vida es hacerla fácil, saber que existen problemas, pero que tenemos herramientas, saber que no siempre todo irá bien pero siempre habrá algo que sí que irá así. Centrarnos en lo que hacemos, en tan solo una cosa y disfrutarla.
  • Ejercicio físico: realizar ejercicio físico ayuda a liberar tensiones, mejora nuestro sistema circulatorio y genera endorfinas, las cuales promueven el sentimiento de bienestar. “Con treinta minutos de ejercicio físico regular tres veces por semana no sólo estaremos más sanos sino también más felices”.
  • Gratitud expresadaser agradecido y darnos cuenta de aquello que tenemos y valorarlo genera en nosotros un sentimiento de felicidad. Ser conscientes de todo aquello que tenemos y estar agradecido por ello nos lleva por el camino correcto del placer y bienestar
  • Permiso para ser humanos: todos nos emocionamos, todos sentimos y reaccionamos ante lo que nos pasa, debemos sentirnos libres para expresarnos y no tener miedo al qué dirán. La inteligencia emocional nos da la llave para conocernos y desenvolveros en nuestras relaciones.
  • Dedicar tiempo a nuestros hobbies: las obligaciones están presentes e nuestro día a día, pero sacar tiempo para aquello en lo que disfrutamos es lo que nos hace sentir que tenemos una vida plena y feliz y por ello debería ser tarea obligatoria para todos.
¿Se puede aprender a ser feliz?

Según el profesor Tal Ben Shahar sí se puede aprender a ser feliz y, de hecho, deberían enseñarlo en las escuelas. Ser feliz no es estar bien todo el tiempo, ser feliz es saber tolerar el malestar y no dejar de estar bien o sentirse pleno aun estando en una mala situación o con malas condiciones.

Mujer feliz con mente sana

 

Tal Ben Shahar nos cuenta que se puede aprender a ser feliz si sabemos tomar decisiones. Desde las más pequeñas que podríamos llegar a creer insignificantes como por ejemplo, decido dejar el móvil cuando paso tiempo con mis amigos, a las más importantes como qué decido estudiar o si dedico mi tiempo a mi trabajo.

Si logramos que desde pequeños en los colegios se aprendan técnicas de superación, inteligencia emocional, resiliencia, relaciones interpersonales.., estaremos consiguiendo que desde pequeños programemos nuestro cerebro para ser felices, para superar las adversidades y disfrutar de las pequeñas cosas.

 

Fuente:  El Profesor de la Felicidad – Tal Ben Shahar – LMEM
Autora:  Adriana Díez

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Reflexión

No creo que el virus de la gripe sea el que sea, sea el más peligroso, hay otros virus mucho, mucho, mucho más peligrosos, los virus que nos hacen desear poder, que nos hacen manipularnos unos a otros, esclavizarnos, utilizarnos, virus que nos llevan a matarnos y masacrarnos por millones, virus que existen desde el principio de los tiempos y que mutan y se adaptan a los nuevos tiempos y tecnologías. Nos entran y contagian por ideas y creencias que nos transmitimos, se alimentan de nuestras necesidades básicas, de seguridad, afectivas, de reconocimiento.
¿Existe vacuna?, claro que existe, es gratuita y universal, nos la ponen al nacer y todos la llevamos, está latente en nosotros, parece de perogrullo, es potente y funciona al 100%, es el AMOR, sencilla y funcional, tan solo hay que querer y desear activarla, todos la tenemos, aunque para activarla algunas personas necesitan ayuda, necesitan ser amadas, y en algunos casos ni por esas. Es una vacuna que no arregla el mundo, es personal, solo sirve para cada persona.
!!! AAHHHH ¡¡¡ y no tiene contra indicaciones ni efectos secundarios, el único inconveniente es que los que no la han activado, bueno algunos, te pueden matar por su miedo, pero aparte de eso, nada mas.

Salva

 

Bienaventuranza – Wikipedia

Fuente: Bienaventuranza – Wikipedia
Bienaventuranza
Le sermon sur la montagne (El sermón de la montaña, 1895-1897), obra del francés James Tissot (1836-1902). Acuarela opaca sobre grafito en papel vitela gris. Museo Brooklyn.

 

La bienaventuranza (también llamada macarismo) es en la Biblia un género literario con más de un centenar de ejemplos, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. Tiene antecedentes en escritos de otros pueblos, en especial de Egipto. Se recurre a este género para expresar una felicitación a las personas que, por tener una dada cualidad o por mantener una forma de conducta grata, están relacionadas con Dios a quien se identifica bíblicamente como el dador de la vida y de la felicidad.

Cuando en la Biblia se proclama una bienaventuranza o su opuesto, no se busca pronunciar ni una bendición que proporcione la felicidad, ni una maldición que produzca la infelicidad, sino exhortar, sobre la base de la propia experiencia de felicidad, a seguir los caminos que conducen a ella. Sin embargo, este género literario experimentó una evolución lenta a través del Antiguo y del Nuevo Testamento. Así, el centro de atención de las bienaventuranzas cambió paulatinamente de los bienes meramente terrenales a los llamados «bienes eternos».

Dentro del elevado número de sentencias que constituyen este género literario, quizá las más célebres sean las ocho con que comienza Jesús de Nazaret el Sermón del monte (Mateo 5:3-11). En conjunto, las bienaventuranzas del sermón del monte concentraron todas las enseñanzas y el ministerio público de Jesús sobre espiritualidad y compasión, al presentar un nuevo conjunto de ideales centrados en el amor y la humildad en lugar de la fuerza y la imposición.

Origen del término «bienaventurado»

En la literatura griega, el término «bienaventurado» se reserva en una primera etapa a los dioses para expresar su condición de seres situados por encima de las penas y fatigas de esta tierra. Así se aplica el término «μάκαρ» («mákar»), más antiguo pero afín a «μακάριος» («makarios»). Por extensión, el término «μακαρίτης» (que significaría «bendito») es, desde su primera aparición en la obra «Los Persas» (n° 633), del dramaturgo griego Esquilo, aplicado de forma circunscripta a los muertos. Se dice que los muertos son «bienaventurados» o «benditos» en razón de que ya están exentos de dolor.

Busto que representa a Esquilo, autor de «Los Persas», obra en que se aplica el término «μακαρίτης» a los muertos.

 

En griego antiguo, quizá la palabra principal para significar felicidad es «eudaimonia» (literalmente significa «espíritu bueno» o «dios bueno»), y a partir de ella se desprende una constelación de términos estrechamente relacionados, que incluye «eutychia» (suerte), «olbios» (bendecido, favorecido), y «makarios» (bendecido, feliz, dichoso). En una etapa más avanzada, «makarios» («μακάριος») constituye un epíteto que se aplica sólo a los hombres.​ El primer registro griego que se tiene del término «μακάριος» («makarios») se encuentra en las Odas Píticas 5,46 del poeta lírico Píndaro, y luego se vuelve común en Aristófanes y Eurípides. Parece implicar la idea general de «tener suerte» y de «ser afortunado». Así, a fines del siglo V a.C. y principios del siglo IV a.C., se aplica la palabra «μακαριος» a los hombres en la medida en que eran ricos y que, por lo tanto, quedaban sustraídos de las angustias y penalidades del diario vivir. En el mundo griego, el género literario llamado «macarismo» se usa para celebrar la felicidad alcanzada por una persona, señalando el motivo y la calidad.

En los textos veterotestamentarios, «ašrê» (o ashrêy, אשרי) es un término abstracto traducido como «bienaventurado», que se refiere siempre a personas y nunca a cosas o circunstancias.​ A diferencia de la literatura griega que otorga en principio el término «bienaventurados» a los dioses, los libros de la Biblia jamás aplican la palabra «ašrê» a Dios. Sin embargo, se pone la felicidad en relación a Dios porque se lo considera el dispensador de toda dicha.

Constitución de una «bienaventuranza»

En general, una bienaventuranza está constituida por una expresión inicial (del hebreo, ašrê… ; del griego, makarios…)​ que se puede traducir como «feliz», «dichoso», «bienaventurado» y que califica al poseedor de la cualidad como «digno de felicidad». En muchos casos se añade un segundo miembro a la expresión que puede estar en tiempo presente o en tiempo futuro.

  • Si está en tiempo presente, indica la razón por la cual esa cualidad lo hace feliz. Por ejemplo: «Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos […] Es como un árbol plantado junto a corrientes de agua, que da a su tiempo el fruto, y jamás se amustia su follaje […]» (Salmo 1:1-3).
  • Si está en tiempo futuro, indica las consecuencias que se siguen o que se seguirán de la posesión de la cualidad. Entre ellas se destacan las que utilizan la palabra «porque» como inicio de la segunda parte, y que se consideran literariamente más logradas. Por ejemplo: «Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia» (Mateo 5:7). Muchas otras utilizan diferentes giros literarios (por ejemplo, «en verdad os digo») o nexos causales.

Finalmente, algunas bienaventuranzas dejan implícito el premio, que se considera sobreentendido; por ejemplo: «Bienaventurados los que no han visto y han creído» (Juan 20:29).

El macarismo en la Biblia hebrea y en el Antiguo Testamento

En la Biblia hebrea y en el Antiguo Testamento de las Biblias cristianas abundan las proclamaciones del género llamado bienaventuranza o macarismo. Los libros sapienciales mencionan numerosos puntos que convergen hacia la felicidad, según los criterios de su época y de su religiosidad: «dichoso» el que teme a Yahveh: será poderoso, bendecido, tendrá hacienda, riqueza (Salmo 112:1-3), tendrá una esposa fecunda y muchos hijos (Salmo 128:1-3). «Dichoso» el hombre que no sigue el consejo de los impíos, ni en la senda de los pecadores se detiene, ni en el banco de los burlones se sienta, sino que se complace en la ley de Yahveh (Salmo 1:1); «dichosos» los que van por camino perfecto, los que proceden en la ley de Yahveh, los que guardan sus dictámenes, los que le buscan de todo corazón (Salmo 119:1-2), «dichoso» el hombre que escucha la sabiduría (Proverbios 8:34) y «dichoso» el hombre que la halla (Proverbios 3:13).

Sin embargo, el sabio verdadero no limita su horizonte a la retribución deseada en este mundo. La recompensa esperada es Dios en persona: «dichosos» los que esperan en él (Isaías 30:18), «dichoso» el hombre que confía en Dios (Salmo 84:12), «dichoso» aquél que en el Dios de Jacob tiene su apoyo y su esperanza en Yahveh su Dios (Salmo 146:5).

Pero no por esperar la felicidad se debe desconocer los caminos que conducen a ella. Por ejemplo, para descubrir que sólo Dios realiza la felicidad, se requiere a veces una decepción. Por eso exclama el salmista: Mejor es refugiarse en Yahveh que confiar en el hombre; mejor es refugiarse en Yahveh que confiar en magnates (Salmo 118:8-9). En tal sentido, el profeta clama que es maldito el hombre que se fía en el hombre y que es bendito aquél que se fía en Yahveh, porque Yahvéh no defrauda su confianza (Jeremías 17:5.7).

Bienaventuranza en el sufrimiento

Sin embargo, con la llegada del sufrimiento, la «bienaventuranza» parece mermar. A Job, figura representativa del hombre sufriente que ha perdido todos sus bienes, sus hijos y su salud, uno de los tres presuntos sabios le dice: «¡Feliz el hombre a quien Dios corrige! No desprecies, pues, su lección» (Job 5:17), como si el sufrimiento fuese siempre un correctivo, una lección dolorosa pero saludable. Pero Job no manifiesta satisfacción alguna con esa respuesta: «¡Ah, si pudiese pesarse mi aflicción, si mis males se pusieran en la balanza juntos! Pesarían más que la arena de los mares, por eso mis razones se desmandan» (Job 6:2-3). «¿Cuál es mi fuerza para que aún espere, qué fin me espera para que aguante mi alma?» (Job 6:11).

Job y sus amigos (1869). Óleo sobre lienzo de Ilya Yefimovich Repin (1844–1930). Museo del Estado ruso, San Petersburgo. Las explicaciones que del mal le dan sus amigos «sabios» no le sirven a Job en medio de su sufrimiento.

Lo que los sabios inculcan a Job era verdad, pero una verdad inoportuna. Era verdad, pero una verdad a medias. ¿Por qué a medias? Se trataba de lecciones rutinarias y tradicionales, de malla demasiado gruesa, incapaz de recoger los problemas y las ansias del hombre Job. Job se rebela contra esa moral tan anónima, universal y abstracta (...) Por eso, la verdad de los sabios será siempre una verdad disminuida: porque refleja únicamente ese mínimum característico de todo enunciado que posee validez general. La legislación versa sobre lo mínimo, la inspiración se refiere a lo máximo; aquélla acota el campo de la justicia, ésta amplía el campo del amor.

José María Cabodevilla, La impaciencia de Job

En realidad, los tres sabios que pretenden encontrar palabras consoladoras no obtienen resultado alguno porque no llegan al límite requerido: participan del vicio que es propio de la falsa compasión, que consiste en «compadecerse de» en vez de, como debería ser, «padecer con».

Dios no responde a las preguntas de Job, sino que formula nuevas preguntas, cuestionando a Job sobre quién es él para cuestionar (Job 38-41). Al final del libro, Yahveh Dios rehace la salud de Job y su hacienda, doblándola respecto de la original, como así también rehace la familia que Job había perdido, es decir, todas las «bienaventuranzas» materiales. Pero las preguntas que Job formuló en medio de su sufrimiento permanecen flotando para los mortales, sin respuesta aparente en ese momento.

Hacia otro tipo de «bienaventuranzas»: la felicidad en la «Biblia griega»

Algunos escritos forman parte de la Biblia griega, pero no figuran en el canon judío, ni en aquellas Biblias vulgarmente llamadas «protestantes» posteriores a 1826. Son libros «deuterocanónicos», admitidos en el canon por Iglesias cristianas ortodoxasorientalesanglicanaepiscopaliana y católica, como también por las luteranas y anabaptistas. Entre esos libros se encuentran el Libro de la Sabiduría (escrito posiblemente en el siglo I a.C.) y el Libro del Eclesiástico (190-180 a. C.). Se trata, pues, de escritos de redacción relativamente cercana al comienzo de nuestra era. En esos escritos, como en algunos pasajes de los escritos proféticos, se acentúa un progresivo cambio en la mentalidad: los bienes de la tierra, si bien son bendiciones de Dios, son perecederos.

«El martirio de los siete macabeos» (1863), de Antonio Ciseri. El martirio de los siete hermanos macabeos delante de su propia madre, martirizada al final, constituye el trasfondo dramático para la explicitación en la Biblia griega de un nuevo alcance en el concepto de «bienaventuranza»: la fe en la «resurrección de los cuerpos».

Cuando se afirma la creencia en la «vida eterna» o, mejor, en la «resurrección de los cuerpos», que aparece por primera vez como texto griego en el Libro II de los Macabeos 7 (escrito hacia fines del siglo II a.C. y comienzos del siglo I a.C.),​ esta esperanza hace brotar nuevos valores. Más aún, se produce una inversión del orden de valores antiguo.

Se comienza a enseñar que no hay que apreciar la felicidad de un hombre antes de la hora final: «Antes del fin, no llames feliz a nadie, que sólo a su término es conocido el hombre» (Eclesiástico 11:28).

El libro de la Sabiduría, en referencia a la «bienaventuranza», pone por delante la justicia al gozo de tener prosperidad. Aparecen incluso palabras hasta entonces impensadas: el hombre y la mujer estériles pueden ser «felices», en cuanto pueden ser fecundos espiritualmente. La esterilidad, que era considerada hasta entonces una deshonra o castigo, podía ser en realidad señal de bendición: «Dichosa la estéril sin mancilla… cuando sean juzgadas las almas se verán sus frutos» (Sabiduría 3:13).

Los eunucos, que en el pensamiento antiguo estaban excluidos de las asambleas de culto a Dios (Deuteronomio 23:2), son rehabilitados: «Dichoso también el eunuco si no tomó parte en el mal ni fomentó pensamientos de rebelión contra el Señor: su fidelidad será bien recompensada, tendrá un lugar de privilegio en el templo del Señor» (Sabiduría 3:14).

Así, los sabios coinciden en que la «bienaventuranza» no está tanto en los bienes personales como en obrar justamente.

Las bienaventuranzas en Mateo 5 y Lucas 6

El Sermón del monte, óleo sobre tela del pintor danés Carl Heinrich Bloch (1834–1890).

Probablemente las bienaventuranzas más famosas sean las transmitidas por el evangelio de Mateo (capítulo 5) y el evangelio de Lucas (capítulo 6). Entre ellas se observó cierto número de concomitancias. Los dos evangelios recogen la misma palabra: «bienaventurados» o dichosos. Los dos están de acuerdo en colocar ese término al frente de una especie de discurso-programa que pronuncia Jesús al comienzo de su ministerio, un poco antes en Mateo que en Lucas. También hay en los dos una diferencia muy clara entre las primeras bienaventuranzas y la última, tanto en el tono general como en el estilo: mientras que las primeras son breves y están bien acuñadas, la última se despliega con cierta amplitud. Y en ambos evangelios, el tono general viene dado por la primera bienaventuranza que se suele considerar el compendio de todas las demás: «Bienaventurados los pobres» (Lucas 6:20), «Bienaventurados los pobres de espíritu» (Mateo 5:3).

En el evangelio de Mateo, las bienaventuranzas constituyen el comienzo del largo discurso de tres capítulos (Mateo 5-7) conocido como «sermón de la montaña». En cambio, en el evangelio de Lucas, se ubican en el comienzo de un «discurso en la llanura» mucho más corto (medio capítulo: Lucas 6: 20-47). Este discurso se encuentra recogido casi íntegramente en el sermón de Mateo, pero sus perspectivas parecen ser algo distintas.

El discurso de Lucas está centrado casi exclusivamente en el amor al prójimo; Mateo se interesa sobre todo por la manera con que las exigencias del evangelio constituyen una superación respecto a las exigencias de la ley judía, tal como se la interpretaba en el siglo I.

En cuanto a las bienaventuranzas mismas, la primera diferencia que se advierte es la del número: Mateo tiene 9; Lucas sólo 4, pero las hace seguir de otras cuatro sentencias que recogen exactamente la otra cara de las bienaventuranzas: las maldiciones (¡ay de vosotros, los ricos, los que estáis saciados, los que ahora reís, de los que habla bien todo el mundo!). La diferencia de contenido es la más importante: la razón de la dicha no parece ser la misma para Mateo que para Lucas. Lucas considera situaciones penosas (Dichosos los pobres… Dichosos los que ahora tenéis hambre…). mientras que Mateo tiene en cuenta actitudes y disposiciones espirituales (Dichosos los pobres de espíritu… Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia…). Si bien estas dos series de bienaventuranzas se sitúan en dos planos distintos, parecen ser complementarias y convergentes.

Tabla 1: Bienaventuranzas y maldiciones en Mateo 5 y Lucas 6
Mateo 5:3-12 Lucas 6:20-23 Lucas 6:24-26
Bienaventuranzas Bienaventuranzas Maldiciones
Bienaventurados los pobres de espíritu porque de ellos es el Reino de los Cielos
Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el Reino de Dios
¡Ay de vosotros los ricos!, porque habéis recibido vuestro consuelo
Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra
Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados
Bienaventurados los que lloráis ahora, porque reiréis
¡Ay de los que reís ahora!, porque tendréis aflicción y llanto
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados
Bienaventurados los que tenéis hambre ahora, porque seréis saciados
¡Ay de vosotros, los que ahora estáis hartos!, porque tendréis hambre
Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia
Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios
Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios
Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos
Bienaventurados seréis cuando os injurien y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa
Bienaventurados seréis cuando los hombres os odien, os expulsen, os injurien y proscriban vuestro nombre como malo por causa del Hijo del hombre
¡Ay cuando todos los hombres hablen bien de vosotros! […]
Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos; pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros
Alegraos ese día y saltad de gozo, que vuestra esperanza será grande en el cielo. Pues de ese modo trataban sus padres a los profetas
[…] pues de ese modo trataban sus padres a los falsos profetas.

Así, el esfuerzo que aparece en el Antiguo Testamento por incorporar a la bienaventuranza valores distintos a los del éxito o la riqueza, tales como el valor de la justicia en la pobreza y en el fracaso, encuentra en la predicación de Jesús de Nazaret una posición tajante: los dichosos no son ya los ricos, los satisfechos o aquéllos a los que se halaga, sino los que tienen hambre y que lloran, los pobres y los perseguidos.

En el concepto de Léon-Dufour, dos bienaventuranzas mayores comprenden todas las demás:

  1. la pobreza, con su cortejo de las obras de justicia, de humildad, de mansedumbre, de pureza, de misericordia, de solicitud por la paz.​ En el mismo marco aparecen otras bienaventuranzas: se declara a María (madre de Jesús) bienaventurada por haber creído (Lucas 1:45), y también son bienaventurados los que no vieron y creyeron (Juan 20:29). En línea con lo anterior, tanto el Evangelio de Lucas como el Apocalipsis señalan como bienaventurados a los que escuchan la Palabra de Dios y la ponen en práctica (Lucas 11:28), al que lee y a los que oyen la Palabra y guardan las cosas en ella escritas (Apocalipsis 1:3).
  2. la persecución por amor de Cristo. El autor del Apocalipsis, escrito a las siete Iglesias de Asia (Apocalipsis 1:4) durante la persecución (Apocalipsis 1:9), declara dichoso al que se mantiene vigilante (Apocalipsis 16:15), al que será llamado para la resurrección (Apocalipsis 20:6). Incluso si da su vida en testimonio, es bienaventurado «por morir en el Señor», porque sus obras lo acompañan (Apocalipsis 14:13).
Las bienaventuranzas desde la perspectiva de la Iglesia católica

El Catecismo de la Iglesia Católica describe a las bienaventuranzas como el centro de la predicación de Jesús. Ellas responden al deseo natural de felicidad: “Las bienaventuranzas descubren la meta de la existencia humana, el fin último de los actos humanos: Dios nos llama a su propia bienaventuranza”.

Las bienaventuranzas en el arte

Antoni Gaudí incluyó la representación de las bienaventuranzas en su concepción del Templo Expiatorio de la Sagrada Familia. Las mismas figuran en las bóvedas posteriores del pórtico de la gloria, en correspondencia con sus ocho columnas interiores.

Bibliografía
  • Cabodevilla, José María (1970). La Impaciencia de Job. Estudio sobre el sufrimiento humano. Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos. ISBN978-84-220-0262-8.
  • Cabodevilla, José María (1984). Las formas de felicidad son ocho. Comentario a las bienaventuranzas. Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos. ISBN84-220-0262-0.
  • Léon-Dufour, Xavier (2001). Vocabulario de Teología Bíblica (18a. edición). Barcelona (España): Biblioteca Herder. ISBN978-84-254-0809-0.
  • Dupont, Jacques (1969-1973). Les Béatitudes. Tomo I: Le probleme Iittéraire (388 pp.); tomo II. La Bonne Noovelle (426 pp.); tomo III, Les évangelistes (744 pp.). París: Gabalda.
Fuente: Bienaventuranza – Wikipedia



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